LA HIERBA ES MÁS VERDE DONDE MÁS LA RIEGAS

LA HIERBA ES MÁS VERDE DONDE MÁS LA RIEGAS

No hay sitio donde esta frase sea más cierta que en nuestras relaciones

¡A veces no te aclaras ni tu misma, cómo ayudar a tu hijo a aclararse y a entenderse!

¡Esos cambios de humor repentinos! Ríe, se pone hecha una fiera, ahora llora, se aburre y va dando portazos y diciendo palabrotas en voz baja.

No sabe ni cómo se siente ni por qué. Ni tú, tampoco. ¿O sí?

Aunque tus hijos te digan que no te necesitan, la realidad es que todavía eres una persona muy importante en su vida. La adolescencia es una etapa de la vida maravillosa y que no tiene por qué ser conflictiva. ¡Y no durará para siempre!

«La hierba es más verde donde la riegas»

En ningún lugar es esta frase más cierta que en nuestras relaciones.

Será importante para ti ahora, igual que en las otras etapas de la crianza, tener herramientas de comunicación para darte cuenta de las necesidades de tus hijos y poder acompañarlos en su satisfacción.

No es el momento de perder la calma, ni de tomárselo como algo personal.

Te juegas mucho. Vuestra relación está en la cuerda floja.

Le cuesta compartir contigo sus experiencias, sus deseos, sus miedos. Se va cerrando y contesta con monosílabos.

Te da miedo que ande metido en drogas o beba demasiado y echas la culpa a “las malas compañías”.

A veces te falta al respeto. Se salta los acuerdos y llega a la hora que quiere.

Sientes que cada vez hay más discusiones y desacuerdos entre vosotros. Y, lo peor, no sabes que más probar para mejorar vuestra relación.

TU ADOLESCENTE, UNA AVENTURA QUE TODAVÍA REQUIERE DE TU PRESENCIA

Eres una pieza clave en la vida de tus hijos, de eso no tengo ninguna duda.

No te vas a librar de trabajarte para libertarte de algunas de tus creencias y prejuicios que te limitan a la hora de relacionarte con ellos.

Ya lo has probado de muchas maneras. Sientes que vuestra convivencia se va deteriorando.

Muchas madres me dicen que hubieran necesitado  la ayuda de un profesional que las hubiera ayudado a entender y  a escuchar a sus hijos. También poder compartir sus miedos e inseguridades, tanto las que sentía ellas como sus  las que sentían sus hijos, se hubieran ahorrado muchos conflictos y dolor.

Por eso y porqué no es fácil acompañar sin información y sin recursos, os puedo acompañar en un trecho del camino.

Aquí estoy.

Soy de confianza. Ya he pasado por eso. Tengo dos adultos ahora de 29 y 23 años. Y fue por eso que me decidí a recorrer este camino y aposté por estar con ellos desde la presencia y la escucha humanizadora.

Acompaño a tu hijo a conocerse y a quererse. A ver opciones diferentes que no se había planteado nunca, a vivir cerca de su corazón y a aprender de sus experiencias para poder utilizar esos aprendizajes en otros momentos futuros dificiles.

Tu hijo está en buenas manos.

APRENDE A COMUNICARTE CON TUS HIJOS
COMO SIEMPRE HAS SOÑADO

¿ESTO ES PARA MIS HIJOS?

Este programa es para tu hijo si quieres ayudarlo a: